Desde la Prehistoria encontramos restos de los antiguos pobladores en la zona

Historias de la Subbética: El origen de Benamejí

Este municipio posee un nombre muy peculiar resultado de la evolución fonética de Bani Bashir, una denominación que viene a significar 'Flor de Luna del Genil'

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Mucha veces, nos interesamos y aprendemos la historia de civilizaciones o territorios lejanos sin conocer aquello que nos rodea. Y es que los municipios que conforman la Subbética cordobesa están respaldados por siglos y siglos de historia que es necesario conocer para entender nuestros orígenes y saber de dónde venimos.

En este capítulo de ‘Historias de la Subbética’ vamos a conocer el origen de Benamejí. Este municipio posee un nombre muy peculiar resultado de la evolución fonética de Bani Bashir. Esta nombre lo hereda de la antigua fortaleza denominada del mismo modo, construida por el emir Abd Allah en el S.IX y de la que todavía se conservan interesantes restos.

Tras sucesivas evoluciones fonéticas, Benamexir y Benamexí, se consolida finalmente el nombre de este municipio; Benamejí, que significa “Flor de Luna del Genil”.

Su situación estratégica, entre las campiñas sevillana y cordobesa y la vega de Granada ha sido un factor determinante en el origen de sus diferentes poblamientos, sobre todo en la época romana y musulmana. Aunque desde la Prehistoria encontramos restos de los antiguos pobladores en la zona.

Benamejí se construye en su emplazamiento actual a partir del año 1548. Fecha en la que el emperador Carlos V vende estas tierras a D. Diego de Bernuy y Orense de la Mota, primer señor de Benamejí y regidor de Burgos. Persona muy influyente en su época, perteneciente a la burguesía naciente con deseos de ennoblecimiento, lo que le alienta a acometer la empresa de construir el pueblo de nueva planta; lo dota de carta puebla para atraer población, reparte tierras y casas entre las familias que acuden y da normas para la organización de la villa.

La silueta de Benamejí cuenta con un elemento que se alza protagonista, la torre de la iglesia. Torre de corte mudéjar, de 45 metros de altitud, pieza clave de la Iglesia de la Inmaculada Concepción, edificio barroco que posee una exclusiva cúpula de anillos ondulantes, única dentro del barroco cordobés.

Benamejí sirvió como refugio de bandoleros como José María El Tempranillo, hecho que ha quedado plasmado en obras literarias como La duquesa de Benamejí de los hermanos Machado o El Romancero Gitano de Federico García Lorca.