Esta medida supondrá la revalorización de los terrenos y un impulso para ser más competitivos

Confederación permitirá utilizar las aguas residuales a los regantes del Marbella y los Carrizales

Se debe invertir en un sistema terciario que aproveche el agua de la depuradora y su adaptación a los parámetros de regadío del olivar

El alcalde de Baena, Jesús Rojano, ha dado a conocer que la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir, dependiente del Ministerio para la Transición Ecológica, ha autorizado los proyectos de aprovechamiento de aguas regeneradas para regadío presentados por las comunidades de regantes del Marbella y los Carrizales, las cuales agrupan unas 1.000 hectáreas, en su mayoría de olivar.  

Rojano ha recordado que el Pleno del Ayuntamiento de Baena aprobó a finales de 2017 una moción de apoyo y autorización para la utilización de los efluentes de la estación depuradora de aguas residuales (EDAR) de Baena a una convocatoria por concurrencia competitiva de la Confederación Hidrográfica, que concedía 20 hectómetros de regadío para la cuenca del Guadalquivir.

En concreto, la asignación provisional de volúmenes publicada la semana pasada en el Boletín Oficial del Estado (BOE) por la Oficina de Planificación Hidrológica de la CHG otorga 523.739 metros cúbicos a los regantes del Marbella y 467.370 metros cúbicos a los regantes de los Carrizales.

“Debemos valorar positivamente el esfuerzo de estos agricultores en la tramitación para conseguir los regadíos”, ha señalado Rojano, que ha explicado que estas autorizaciones suponen una “gran noticia” por la “revalorización de los terrenos y un impulso para ser más competitivos”, ya que “han tenido una perspectiva de futuro para poder garantizar en los ciclos de sequía de años venideros una producción razonable”.

El alcalde ha adelantado que en las próximas semanas estudiarán junto a las dos comunidades las inversiones que se deben poner en funcionamiento para sacar el mayor rendimiento a estos regadíos. En este sentido, Jesús Rojano ha detallado que se debe invertir en un sistema terciario que aproveche el agua de la depuradora y su adaptación a los parámetros de regadío del olivar. También se requiere un sistema de bombeo y la construcción de dos balsas de almacenamiento de las aguas de lluvia.