El Reina Sofía implanta un sistema de correspondencia entre pacientes pediátricos y adultos

El proyecto denominado 'Posdata te animo' consiste en el envío de misivas escritas por niños ingresados a personas adultas también hospitalizadas por el mismo proceso patológico o similar. 

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El Hospital Universitario Reina Sofía de Córdoba ha implantado un sistema de correspondencia entre pacientes infantiles y adultos, una iniciativa enmarcada en la estrategia de humanización del centro que nace en el área de Pediatría para contrarrestar los efectos negativos y el estrés que en ocasiones genera la hospitalización entre los más pequeños.

El proyecto denominado 'Posdata te animo' consiste en el envío de misivas escritas por niños ingresados a personas adultas también hospitalizadas por el mismo proceso patológico o similar. Con ello, tal y como ha destacado el jefe de Pediatría, José Rumbao, "no solo fomentamos la humanización, también el desarrollo psicoemocional y el bienestar del paciente pediátrico".

En el desarrollo de esta iniciativa el hospital cuenta con la colaboración de la Fundación Aladina y la Fundación Corazón y Vida, y es realizada por un grupo multidisciplinar de profesionales, ya que los pacientes pediátricos que participen deben cumplir una serie de condiciones como tener una edad entre seis y 14 años o que estén habituados a la estancia en el hospital, entre otras.

Una vez seleccionado el paciente infantil por parte de los profesionales de planta y la psicóloga (en función de criterios clínicos, edad, madurez o estado de evolución de la enfermedad, entre otros, y siempre con el consentimiento de progenitores), hay que localizar al posible receptor. En este momento, la coordinadora de actividades motivacionales contactará con los responsables de la unidad de adultos con similar patología de base.

Tras la identificación del paciente adulto y su aceptación a participar, el niño elabora la carta, para lo que es asesorado por profesionales que le explican algunas cuestiones personales del receptor al que va dirigida. Cuando la carta es entregada se hace una foto del momento de la recepción para mostrársela al niño al que también se le entrega un diploma de agradecimiento.

La primera experiencia ha sido "todo un éxito" y sus protagonistas, Daniela y Mercedes, han acogido esta iniciativa con mucha alegría y emoción. Además de la carta, foto y vídeo, las pacientes se han podido conocer físicamente y desearse, ya en persona, mucha suerte y salud.

BENEFICIOS

Concretamente, esta actividad promueve beneficios psicosociales como la mejora de la conciencia emocional, ya que favorece que niños tomen conciencia de sus propias emociones, les ayuda a ponerles nombre y a comprender la de los demás obligándoles a ponerse en su situación.

Además, les ayuda a potenciar el desarrollo de la competencia social, ya que escribir pensando en otra persona te invita a reconocer las emociones de los demás y les motiva a ayudar a que otras personas se sientan bien.