La asociación agraria ve necesario "corregir este disparate"

Asaja califica de "ataque inaudito" al sector del olivar el 'semáforo' nutricional que impulsa Sanidad

El etiquetado de Nutriscore calificaría al aceite de oliva con la letra D, a la altura de productos como el ketchup y peor que algunas bebidas carbonatadas o bollería industrial

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El presidente de Asaja Córdoba, Ignacio Fernández de Mesa, ha afirmado que el etiquetado nutricional Nutriscore, que impulsa el Ministerio de Sanidad es “un ataque inaudito” al sector del olivar porque podría colocar en una mala posición al aceite por culpa del ministerio

Es paradójico que mientras todos los estudios de los más prestigiosos centros médicos avalan las bondades del aceite de oliva para la salud, ahora se cuestione todo ello por el Gobierno sin el mínimo rigor científico, basándose “en unos criterios absurdos, probablemente buscando algún titular que sólo hace daños al sector, de manera injusta, sin rigor y con afirmaciones en sentido contrario a lo que dicen todos los científicos”.

Y es que, en función de los baremos que utilice este sistema, puede darse el caso de que algún refresco bajo en calorías obtenga mejor puntuación que una botella de virgen extra, lo que para Fernández de Mesa se trata de una calificación “irracional” que, además, “va en contra de los olivareros y puede afectar a los miles de trabajadores del sector de la aceituna”.

De este modo, añadió que sacar una norma así, que puede perjudicar tan claramente el aceite de oliva es un “sinsentido”, que, además, “confunde al consumidor al trasladarle datos que no se corresponden con los informes científicos serios”.

Por ello, Asaja Córdoba confía en que Sanidad mantenga en los próximos días conversaciones con consumidores y el sector del aceite de oliva para resolver esta “injusta y confusa situación con falta de rigor” antes de regular legalmente este nuevo etiquetado nutricional.

Además, Asaja solicita al Ministerio de Agricultura, Pesca y alimentación a que interceda ante el Ministerio de Sanidad para corregir este disparate, todo ello en defensa, no solo de los olivareros, cooperativas e industrias del aceite, si no también en defensa de los consumidores para que reciban una información veraz y con rigor, y no con los inauditos planteamientos de la propuesta del etiquetado de Nutriscore.