Esta iniciativa se ha hecho realidad gracias a la asociación “Mar Pozo Por la Sonrisa de un niño”

Los menores del Hospital de Cabra entrarán al quirófano en coches eléctricos para reducir el estrés

La ansiedad puede afectar a la hora de administrar la anestesia y en la fase de despertar, por lo que el uso de estos coches les ayuda a olvidar el miedo a un entorno desconocido

SALUd_INFANTA MARGARITA_30 de enero

Los niños ingresados del Hospital Infanta Margarita entrarán al quirófano en coches eléctricos teledirigidos, acompañados de un celador, que los conducirá a una mini pista con una meta que es el propio quirófano. Los coches han sido donados por la Asociación Mar Pozo “Por la Sonrisa de un niño” de Sevilla con el objetivo de tranquilizarlos y combatir y eliminar el estrés y la ansiedad que se puede generar en los menores, momentos previos a la intervención quirúrgica.

Desde el centro hospitalario han explicado que para los niños pequeños puede ser muy estresante el hecho de enfrentarse a una intervención, por más sencillo que sea el procedimiento, por lo que la ansiedad y preocupación que experimentan entra dentro de las situaciones normales que pueden enfrentar en un entorno hospitalario. 

Esta iniciativa se ha hecho realidad gracias a la asociación “Mar Pozo Por la Sonrisa de un niño”, con Manuel Pozo a la cabeza, que con su equipo de voluntariado asisten a los hospitales regalando sonrisas a niños y niñas y obteniendo a cambio otras sonrisas, la de los niños hospitalizados. 

Así, desde el hospital se insiste en que con una finalidad terapéutica se pretende tranquilizar al menor, ya que según estudios realizados la forma en que los niños se van a dormir predice como se despertarán después de la anestesia, por tanto, si lo hacen de una manera agradable y calmados el despertar será más tranquilo y sin agitación.

La ansiedad puede afectar a la hora de administrar la anestesia y en la fase de despertar, por lo que el uso de estos coches les ayuda a olvidar el miedo a un entorno desconocido, convirtiendo un proceso que no siempre es fácil en una experiencia divertida para el menor, que afronta de modo más llevadero el separarse de sus padres y entrar en el quirófano.