Nuestra comarca es rica por su vocabulario y sus particularidades a la hora de hablar

Diez dichos y refranes que sólo conoces si has crecido en la Subbética (II)

Son cientos los localismos y particularidades en la manera de hablar de los vecinos y vecinas de las localidades  que conforman la Subbética cordobesa

01-iznc3a1jar-cc3b3rdoba
photo_camera Iznájar / Foto: trapatroles.wordpress.com

La Subbética cordobesa es rica por su patrimonio y su cultura, pero también por otras muchas particularidades que la convierte en un territorio singular y diferenciado del resto. Algo que también caracteriza a los habitantes de nuestra comarca es su manera de hablar.

En cada municipio de la Subbética encontramos cientos de localismos y particularidades en la forma de comunicar de sus vecinos. Hace un tiempo ya os presentamos diez dichos y refranes propios de nuestra zona. Hoy traemos una nueva selección de dichos y refranes cuyo significado sólo conocerás si eres o has crecido en alguno de los municipios de nuestra zona.

Este aire huele a boquerones. Frase típica de Carcabuey: Preludio de lluvia por venir el viento de la parte de Málaga

Calle mojada, cajón seco. Muy empleada en la localidad de Benamejí. Es el lamento del comerciante que sabe que en los días lluviosos no hace caja, porque nadie sale de casa a comprar.

No bajarse del borrico. Persona testaruda que se mantiene firme en sus posiciones o posturas sin ceder ni cambiar de opinión. Hombre,  tú que tienes más amistad habla con él a ver si contigo se baja del borrico.

Borreguitos en el cielo, charquitos en el suelo. Cuando el cielo está cubierto de cirrocúmulos o nubes en forma de borrego suele ser preludio de lluviaç

Alegre de ojo. Expresión que define a la persona excesivamente optimista en sus previsiones. Pedro es muy alegre de ojo; siempre calcula al alza la cosecha de sus olivos, y, claro, luego se lleva una gran decepción cuando resultan menos aceitunas de las que había previsto. En la localidad de Rute, también referido al hombre mujeriego

Atar el rabo al diablo. Frase muy al uso en Palenciana: durante la excursión al campo, siguiendo la tradición del Día de San Marcos, es frecuente hacerle nudos a las ramas de las retamas que van apareciendo en el camino de los excursionistas. En Benamejí, “atar el jopo al diablo” cuando ese mismo día (el 25 de abril), se va a comer al campo y reaundan los extremos de los jaramagos, y no sólo de las retamas.

A tajo hecho.  Conducirse en el desempeño de cualquier trabajo y actividad manual de modo ordenado. Desde aquí hasta lo alto del cerro está toda la aceituna recogida a tajo hecho; no hemos dado ningún salto ni ha quedado ningún olivo suelto que se nos haya olvidado recoger.

Venírsele el aparejo a la barriga. Cúmulo de dificultades, ya prácticamente insuperables, que se le presentan de pronto a una persona,  normalmente por no haber sabido calcular antes sus posibilidades para afrontar cualquier negocio o  empresa y las consecuencias derivadas de los mismos. Desde que se metió sin ton ni son el negocio de los coches, a Pedro se le ha venido el aparejo a la barriga.

Bien te logres. Frase típica de Zuheros empleada para desear felicidad

Nueve meses de enfermedad y toda la vida de convalecencia. Frase muy típica de Carcabuey y empleada por las mujeres para referirse al sufrimiento o preocupaciones que les ocasionan los hijos; los nueve meses del embarazo (“enfermedad”) y el resto de sus vidas convalecientes constituyen el tiempo vital de las permanentes preocupaciones que deparan los hijos.

Referencias extraídas del libro “El color de las palabras” del autor D. Francisco Sánchez Zamorano