Descubriendo la Subbética: El sendero geológico de la Ermita en Cabra

Al coronar el Picacho de Cabra la vista alcanza una panorámica sobre gran parte del territorio andaluz  que deja patente la extraordinaria geodiversidad de esta zona.

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Este histórico sendero transita por el Parque Natural y Geoparque Sierras Subbéticas. Asciende desde la localidad de Cabra hasta la Ermita de la Virgen de la Sierra, encaramada en el Picacho de Cabra.

Al coronar esta atalaya rocosa, a 1.212 m de altitud, la vista alcanza una panorámica sobre gran parte del territorio andaluz, que deja patente la extraordinaria geodiversidad de esta zona de la Península Ibérica.

En 1926, el Picacho de Cabra recibió la visita de científicos de todo el mundo, con motivo de la celebración del XIV Congreso Internacional de Geología, que tuvo lugar en Madrid. En 1929, este lugar, conocido como el Balcón de Andalucía, fue declarado Sitio Natural de Interés Nacional, uno de los primeros espacios naturales protegidos de España. 

Las rocas y el paisaje

El sendero comienza en la Vía Verde del Aceite, en la antigua estación de ferrocarril de Cabra. Ascendemos por el valle formado por el arroyo del Chorrón, sobre margas blancas del Cretácico que han formado un relieve alomado y están cubiertas por olivar. Llegamos al primer afloramiento de calizas del Jurásico que forman un pequeño resalte, donde se localizan las ruinas de un antiguo cortijo. Aquí hay una buena panorámica de la ciudad de Cabra. 

A ambos lados del valle se alzan laderas de calizas que generan un relieve abrupto donde se desarrollan lapiaces y canchales. Llegamos a un afloramiento de calizas nodulosas conocidas como "Ammonítico Rosso", cuyo contenido fosilífero es excepcional.

Alcanzamos la base del cabalgamiento de los Lanchares, formado por calizas que conforman un relieve abrupto donde abundan los formas kársticas y periglaciares. Desde aquí se divisa el Picacho de Cabra y la ermita.

Continuamos sobre las calizas nodulosas hasta las calizas oolíticas del Jurásico Medio en la base del cabalgamiento de Los Lanchares. Entramos en la finca La Viñuela, a partir de aquí, el paisaje se hace más agreste, la pendiente más empinada y los suelos muy pobres, con vegetación natural, predominando encinas, quejigos y matorral.

Se hace patente el modelado kárstico y los procesos periglaciares como la gelifracción (rotura de la roca por la presión que ejerce el agua al congelarse dentro de las fisuras), procesos que han sido muy activos durante el Cuaternario. La gelifracción y la presión de las raíces fragmenta las rocas formando canchales muy visibles bajo el lapiaz, depósitos heterométricos de cantos angulosos, que pueden permanecer in situ, si llegan a cubrirse de vegetación, o se deslizan ladera abajo por efecto de la gravedad. También son frecuentes las caídas de rocas al pie de los escarpes rocosos.

El sendero llega a la fuente de La Viñuela, junto al cortijo del mismo nombre. Este manantial aflora en la base del cabalgamiento que forma el Picacho de Cabra.

Lapiaz de Los Lanchares

Llegamos a la carretera que sube a la ermita. Hacia el sur se observa el Lapiaz de Los Lanchares , asociado a fallas que limitan un bloque hundido central con calizas nodulosas, por donde discurre el trazado de la carretera, y dos bloques levantados a ambos lados con un lapiaz sobre calizas oolíticas.

Pichacho de Cabra

Tomamos la senda del Vía Crucis que lleva a la ermita, hasta coronar la isla tectónica que forma el Picacho de Cabra, estamos en el Balcón de Andalucía. Se alza aquí la ermita de la Virgen de la Sierra. Este santuario contiene una placa [9] conmemorativa a los participantes del XIV Congreso Internacional de Geología celebrado en España en 1926, que ascendieron hasta aquí para estudiar su registro geológico.