La Federación de Servicios, Movilidad y Consumo de UGT Córdoba (FeSMC UGT Córdoba) y CSIF han condena la agresión sufrida el pasado jueves por dos vigilantes de seguridad en el Hospital Infanta Margarita de Cabra. Los sindicatos señalan que el suceso tuvo lugar sobre las 19.30 horas en las consultas médicas cuando ambos profesionales se desplazaron, a requerimiento de la auxiliar de seguridad, para dar respuesta a una situación de desorden público provocado por un paciente que, mediante insultos y amenazas, mostraba su rechazo a acatar las normas establecidas para estar en el hospital.
Según ha explicado Juan Martínez, secretario Provincial de FeSMC UGT Córdoba, "el individuo llegó a hacerse con un palo de una escoba con el que agredió a los dos trabajadores de seguridad, que pudieron reducirle e inmovilizarle mientras el agresor intentaba alcanzar un extintor para atacarles, acudiendo al lugar también la Policía Nacional".
Por ello, Martínez incide en que "esta situación resulta, lamentablemente, habitual para los trabajadores del Sector de la Seguridad Privada, por lo que desde UGT reivindicamos que los Vigilantes de Seguridad han de tener la consideración de Agentes de la Autoridad, puesto que son ellos los que, en múltiples ocasiones, se encargan de garantizar la seguridad de los ciudadanos”.
En lo que concierne al estado de los dos trabajadores, ambos se encuentran de baja médica por las múltiples contusiones que sufrieron en este ataque. “Desde el sindicato le deseamos una rápida y total recuperación para que puedan seguir haciendo una labor tan necesaria como la de garantizar la seguridad de la ciudadanía”, concluye el responsable sindical.
El responsable del Área de Seguridad Privada de CSIF Córdoba, Rafael Fernández Barba, destaca la profesionalidad de los dos actuantes ante hechos tan lamentables y denuncia “las continuas agresiones de los agentes de seguridad privada, ya que entre muchos quehaceres del día a día está la de llamar la atención a los usuarios de los centro sanitarios por no cumplir las normas establecidas, unas actuaciones que originan en algunos pacientes y/o familiares actitudes violentas hacia ellos”.
CSIF demanda al Ministerio del Interior, ante estas situaciones, la consideración de los profesionales de la seguridad privada como agentes de la autoridad para no encontrarse indefensos y sin una protección jurídica frente a estos ataques.
