Doña Mencía es muy rica en yacimientos arqueológicos, son cinco los más destacados dentro del término de esta localidad de la Subbética. La Oreja de la Mula, el Cerro San Cristóbal, la Huerta del Alón o la Torre de la Plata son algunos de los más relevantes, pero sin duda el de más valioso es el yacimiento de El Laderón. Este último ha levando especial expectación e ilusión entre los arqueólogos por la importancia de lo que pueden seguir encontrando.
El Yacimiento de El Laderón presenta una prolongada ocupación, que se inicia en la Prehistoria Reciente, en concreto de la Edad del Bronce, si bien parece que su máximo esplendor y desarrollo se produjo en época ibero-romana. Perduró durante toda la Edad Media como centro de cierta entidad urbana, desapareciendo definitivamente tras la conquista de Fernando III el Santo en 1240.
Durante las últimas semanas, un grupo de arqueólogos, historiadores y colaboradores han trabajado intensamente para recuperar completamente la cisterna Íbero-Romana de El Laderón. Tras jornadas de trabajo y años de colmatación, el patrimonio menciano recupera uno de los emblemas de su yacimiento más importante dos mil años después.
Los trabajos están dirigidos por Manuel Moreno Alcaide, director del Museo Histórico-Arqueológico local, junto con un amplio grupo de trabajo. Además, en otoño tienen previsto desarrollar junto a la Universidad de Córdoba un proyecto que mediante vuelos aéreos permitirá analizar el suelo y valorar lo que antaño había en El Laderón utilizando la tecnología.
