San Pedro, patrón de Doña Mencía, volverá al Pilar de Abajo en procesión de rogativas

La idea inicial es bajar la imagen el próximo 22 de octubre para realizar allí unas oraciones y sumergir el báculo del Hermano Mayor en el agua en petición de lluvias.

San Pedro en el Pilar (año 2012). Foto: Onda Mencía
photo_camera San Pedro en el Pilar (año 2012). Foto: Onda Mencía

El sábado, 22 de octubre, la Hermandad de San Pedro Mártir de Verona trasladará su imagen titular, en procesión de rogativas, hasta el Pilar de Abajo. Al patrón le pedirán que llueva, en un año, en el que la sequía continúa agravando la situación del campo y reservas hídricas.

El tesorero de la entidad, Ángel Urbano, ha explicado que este acto de fe se remonta a lo antiguo, tal y como cuentan en sus obras y correspondencia el historiador Montañez Lama y el escritor Juan Valera. Desde la Hermandad, destacan a su vez, que han sido numerosos los mencianos que les han solicitado bajar al Santo al Pilar y recuerdan, que también el obispo, Demetrio Fernández, ha pedido que se eleven a Dios peticiones por el agua.

Por todo ello, la junta de gobierno de San Pedro, en acuerdo con el párroco, José Antonio Tejero Cárdenas, ha decidido llevar a cabo esta procesión. Según señala, también la eucaristía de esa jornada se dedicará a tal fin. "No es un acto mágico, estamos en el siglo XXI y sabemos de sobra cómo surge la lluvia. Pero también sabemos que los creyentes, cuando tenemos un problema o necesitamos algo, nos dirigimos a Dios. Incluso hay personas que en su vida diaria son agnósticos, pero cuando sufren una enfermedad grave recurren al Santísimo. Se trata de pedir por el agua y qué mejor manera que a través de nuestro patrón," comentaba Ángel Urbano.

Aunque todavía faltan por confirmar horarios y recorrido, la idea inicial es bajar la imagen del Santo, sobre las 17´00 horas, al Pilar de Abajo, para realizar allí unas oraciones y sumergir el báculo del Hermano Mayor en el agua.

La última vez que se bajo a San Pedro al pilar, en procesión de rogativa, fue en 2012, contando entonces con el acompañamiento de numerosos vecinos. Aquel día, el Santo tampoco entró en la fuente, sino que fue rociado con sus aguas por el párroco de entonces, Don José Enrique Alcalá Zamora. Desde la hermandad han solicitado además a la población el respeto debido durante el traslado y han recordado que el objetivo es que, por un motivo u otro, lleguen las precipitaciones tan necesarias para el campo.

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