Los precios de la carne han experimentado una importante bajada

El domingo concluye la temporada de caza mayor y las monterías en la provincia

La Asociación Agraria de Jóvenes Agricultores (Asaja) de Córdoba aseguran que la temporada ha sido “nefasta para la caza menor y razonablemente buena para la caza mayor”

La Asociación Agraria de Jóvenes Agricultores (Asaja) de Córdoba informa de que el día 9 de febrero finalizará el periodo hábil de caza mayor y, por ende, la celebración de monterías, poniéndose fin a una temporada de caza “nefasta para la caza menor y razonablemente buena para la caza mayor”.

A pesar de la pésima climatología y de la extrema sequía que ha supuesto escasez de agua en amplios territorios, la caza mayor, otro año más, volvió a cumplir con las expectativas de cazadores, titulares de cotos y gestores. Las densidades de especies como ciervo, gamo o muflón, pero sobre todo de jabalí, siguieron permitiendo lograr capturas notorias en monterías, batidas o ganchos. La calidad de los trofeos sí ha acusado más los efectos de la climatología, dado que la escasez de alimento ha supuesto que los trofeos logrados sean de calidad media.

En cuanto a los precios de la carne, hay que indicar que éstos han experimentado una importante bajada respecto a campañas pasadas. En este sentido, los precios en el último trimestre del pasado año han oscilado entre 2,70 y 3,00 €/kg frente a las cotizaciones logradas en campañas pasadas, en las que se cotizó de forma récord con hasta 4,10 €/kg.     

En el caso del jabalí, también ha habido un notorio descenso de las carnes, de forma que, para el mismo trimestre, los precios oscilaron entre 0,70 y 1,10 €/kg frente a la horquilla de campañas pasadas que osciló de 1,40 a 1,65 €/kg.

Por otra parte, hay que destacar que otro año más, la campaña de caza menor ha sido “nefasta”. Este ha sido el segundo año en que ha tenido incidencia la enfermedad de la mixomatosis sobre la liebre, a nivel nacional. A lo anterior, hay que añadir el descenso notorio del conejo, tanto en ambientes de campiña como de sierra, como consecuencia de la enfermedad de la Neumonía Hemorrágico-Vírica (NHV), el declive continuo de la perdiz (a pesar de que ésta ha criado bien, especialmente en la sierra), la escasez de migratorias de verano como la codorniz o tórtola y la misma escasez e irregularidad de la migratoria de invierno por excelencia, el zorzal.