La exposición ‘Los niños de la guerra’ recuerda la historia del exilio infantil durante la dictadura

El Patio Blanco del Palacio de la Merced, sede de la Diputación de Córdoba, acoge hasta el día 30 de diciembre esta muestra cedida por el Archivo Nacional de Cataluña

FOTO-Exposicion-Los-ninos-de-la-guerra-2-scaled_opt

El Patio Blanco del Palacio de la Merced, sede de la Diputación de Córdoba, acoge hasta el día 30 de diciembre la exposición ‘Los niños de la guerra’, una muestra cedida por el Archivo Nacional de Cataluña que “cuenta la historia de los casi 3.000 niños y niñas que partieron a la Unión Soviética desde España entre marzo de 1937 y noviembre de 1938 enviados por el gobierno de la República para protegerlos de la guerra”.

Así lo explica el delegado de Memoria Democrática en la institución provincial, Ramón Hernández, quien destaca que “la exposición muestra las vivencias de los protagonistas a través de documentos textuales y gráficos del fondo del Centro Español de Moscú, donados por la Asociación Archivo Guerra y Exilio (AGE) al Arxiu Nacional de Catalunya”.

“Narra uno de los capítulos más bellos y solidarios entre pueblos, la acogida de niños y niñas inocentes refugiados de guerra”, subraya Hernández. Del mismo modo, prosigue el diputado provincial, “nos enseña cómo transcurrió una estancia que debía ser temporal, pero que con la victoria del franquismo y la dictadura se convirtió en un exilio forzoso que marcó sus vidas”.

El delegado de Memoria insiste en que “estos niños no dejaron nunca de ser españoles en la distancia, y, aún siendo considerados ciudadanos rusos de pleno derecho, han conservado el vínculo con el país donde nacieron y que durante mucho tiempo pareció olvidarles”.

En este sentido, el diputado provincial insiste en que “este olvido ha sido intencionado, malvado y cruel, una losa que hemos llevado sobre nuestros hombros varias generaciones y con la que hemos dejado atrás a miles de personas, entre ellas los protagonistas de esta exposición”.

Los llamados niños de la guerra fueron acogidos por distintos países, si bien el grupo más numeroso fue el que acogió la hoy desaparecida Unión Soviética, donde tuvieron que empezar una nueva vida que consideraban pasajera esperando el regreso a sus lugares de origen.