El Hospital Reina Sofía de Córdoba activa un plan de actuación frente al coronavirus

El plan establece varios niveles y diferentes circuitos y medidas de actuación para asegurar una respuesta adecuada a las necesidades de cada momento derivadas de la atención de pacientes con COVID-19

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El Hospital Universitario Reina Sofía ha diseñado un plan de actuación para dar respuesta a la situación actual y a los diferentes escenarios asistenciales que puedan llegar a producirse derivados de la pandemia que ha originado el nuevo coronavirus denominado SARS-CoV-2. Esta estrategia se ha elaborado de manera participativa siguiendo las indicaciones que las autoridades sanitarias, el Ministerio de Sanidad y la Consejería de Salud y Familias, han hecho llegar a los centros sanitarios. 

El grupo de trabajo, que inició su actividad hace un mes y se ha intensificado en los últimos días, está formado por la Dirección del hospital y responsables de las unidades asistenciales y no asistenciales implicadas directamente en la atención de pacientes y protección de personas entre las que se incluyen Urgencias de Adultos, Maternales y Pediátricas, Medicina Preventiva y Salud Pública, Intensivos de Adultos y pediátricos, Medicina Interna, Neumología, Microbiología, Radiodiagnóstico, Anestesia, Ginecología, Pediatría, Vigilancia de la Salud y Prevención de Riesgos Laborales. 

El plan establece varios niveles -en base a los posibles escenarios que se puedan producir- y diferentes circuitos y medidas de actuación para asegurar una respuesta adecuada a las necesidades de cada momento derivadas de la atención de pacientes con COVID-19. En la actualidad estamos en fase 1. El plan contempla medidas relacionas con la atención y movilidad del paciente sospechoso o confirmado, la seguridad y protección de profesionales y pacientes, el tránsito de personas por el hospital y la formación y comunicación del plan a todos los agentes implicados. La prohibición de las visitas al hospital es una de las acciones que ya han puesto en marcha, esta misma mañana se han colocado carteles por todo el complejo sanitario informando de esta medida. También se van cerrar algunas de las puertas principales del hospital para poder controlar el acceso de las personas. 

La directora gerente del hospital, Valle García, agradece a los profesionales sanitarios “su esfuerzo en estos momentos tan especiales en los que una vez más demuestran su implicación para, entre todos, garantizar la mejor atención posible ante la situación de pandemia que vivimos”. A la población, la directora gerente desea hacer llegar un mensaje de tranquilidad, “llevamos tiempo trabajando, contamos con profesionales cualificados y recursos para atender a los pacientes. Nos estamos coordinando con todas las instituciones y colectivos de la provincia para que conozcan el plan y puedan colaborar en caso de necesidad”. 

También ha aprovechado para pedir su colaboración al conjunto de la ciudadanía. En estos momentos, prosigue “es prioritario que todos sigamos las recomendaciones de las autoridades y de los profesionales sanitarios, que no se realicen visitas a los hospitales si no son necesarias. Sigamos las recomendaciones de higiene y no asistamos a lugares concurridos para reducir el número de casos”. Desde el hospital, “a diario evaluamos las medidas que estamos tomando para poder garantizar la protección de nuestros profesionales y pacientes en todo momento”.

Hospitalización

En actualidad nos encontramos en la primera fase.  Para dar respuesta a la atención de los pacientes por coronavirus, se ha sectorizado la hospitalización de estos enfermos en Neumología y Medicina Interna, así como en la Unidad de Cuidados Intensivos, de forma que en ningún momento exista la posibilidad de entrar en contacto con otros pacientes hospitalizados. 

Los pacientes con COVID-19 ingresarán en uno u otro servicio en función de su perfil clínico y gravedad. Los espacios reservados se distribuyen entre el Hospital General y Provincial. 

También se ha incrementado la plantilla de profesionales manteniendo los contratos del plan de alta frecuentación -a pesar de que la actividad asistencial propia de los meses de alta frecuentación ya ha descendido- con el fin de estar preparados en caso necesario.  Concretamente, la atención en urgencias ha descendido un 17% en los últimos días. Además, se ha incrementado la dotación de recursos en Medicina Preventiva y Microbiología. 

El hospital ha reservado un quirófano específico para dar respuesta a los pacientes infectados por coronavirus, en caso de precisar intervención, ubicado estratégicamente cerca de la UCI, a fin de resolver las complicaciones que cualquiera de estos pacientes pudiera experimentar y evitar que entren en contacto con los circuitos de actividad quirúrgica habitual.

Cada uno de los servicios que va a atender a los pacientes con coronavirus que requieran ingreso hospitalario cuenta con equipos de profesionales especialmente formados para la atención de estos pacientes y disponen de los Equipos de Protección Individuales (EPI) necesarios. En estas áreas, además, las visitas de familiares y cuidadores está completamente restringida. 

Para fomentar la protección de los profesionales, el servicio de Medicina Preventiva y el de Prevención de Riesgos Laborales ha formado ya a los profesionales sanitarios (y lo seguirán haciendo) de Neumología, Medicina Interna, Unidad de Cuidados Intensivos y Urgencias y unidades no asistenciales. El resto de unidades asistenciales irán recibiendo esta misma formación de forma paulatina y adaptada a su actividad clínica concreta.

Circuitos

El plan de actuación ha diseñado los circuitos que debe seguir el paciente con sospecha de COVID-19 que llega al hospital por Urgencias y ha establecido medidas organizativas y físicas para que sean atendidos con la mayor agilidad posible y en espacios independientes.

En este sentido, el primer contacto del paciente que llega a Urgencias es en Admisión. Para evitar el contagio de estos profesionales, el hospital ha colocado mamparas de cristal. Una vez que el paciente traslada sus datos en Admisión, pasa a la consulta de triaje, donde también se ha instalado una barrera física que garantice la separación recomendada entre profesional y paciente. 

En el caso en el que el paciente que llega a Urgencias presente un cuadro clínico compatible con infección por coronavirus (tos, fiebre, sensación de ahogo) y en los 14 días previos al inicio de los síntomas haya viajado o residido en áreas con evidencia de transmisión comunitaria o que haya estado en contacto estrecho con un caso probable o confirmado, el paciente pasa directamente con mascarilla a la consulta de “alta probabilidad de coronavirus’, independiente de cualquier zona de espera o asistencial. 

Inmediatamente, se le realiza una encuesta epidemiológica y, si cumple los criterios, un profesional con el EPI le toma muestras. Esta muestra es trasladada inmediatamente en un contenedor específico al servicio de Microbiología para ser analizada. Si este paciente no presenta criterios de ingreso, vuelve a su casa en la modalidad de ‘ingreso domiciliario’ con las indicaciones clínicas que debe adoptar y permanece en seguimiento. En el caso en el que el paciente presente criterio de ingreso, el especialista deriva al paciente al servicio más apropiado en función del perfil del paciente (Neumología, Medicina Interna o UCI). 

En este caso, el hospital ha diseñado y delineado cada uno de los circuitos físicos que el paciente puede recorrer, con el objetivo de que el trayecto sea lo más directo posible y atraviese las zonas menos concurridas, evitando el riesgo de contagio dentro del hospital. Con estos mismos objetivos, en el recorrido a planta, el paciente es guiado por un vigilante de seguridad que irá ‘abriendo camino’ y escoltado por una profesional del servicio de limpieza, para garantizar que las posibles zonas de contacto queden limpias.

Además de los casos con criterios clínicos y epidemiológicos, el hospital ha establecido otro circuito de atención en Urgencias para los pacientes con signos y síntomas de infección respiratoria aguda de vías bajas, es decir, con criterios clínicos. En estos casos, de la consulta de triaje el profesional pasa a una sala de espera específica con mascarilla. Allí es atendido por un profesional que valora su situación apoyándose en pruebas radiológicas. Si los resultados de las pruebas arrojan sospecha de infección, un profesional ataviado con el EPI toma muestra del paciente y, si éste presenta criterios de ingreso pasará al servicio más oportuno o, en el caso contrario, pasará a la modalidad de ‘ingreso domiciliario’.

En el caso de las Urgencias Maternales e Infantiles, el hospital también ha habilitado espacios y circuitos específicos para independizar la asistencia normal de los casos y sospechas de coronavirus. Igualmente, estos pacientes también disponen de zonas de ingreso específicas y profesionales con formación especializada para su atención. 

Además de estas casuísticas, el hospital también contempla los circuitos y protocolos de atención de pacientes que llegan al centro trasladados por el 061 o los Servicios de Urgencias de Atención Primaria. 

Medidas de protección

También se ha creado un registro de contactos que se realiza en Urgencias y que gestionan los profesionales de Medicina Preventiva. En este documento se registran los datos de profesionales que han estado en contacto con el paciente antes de conocer el resultado de la PCR (muestra que determina si el paciente tiene o no SARS-CoV-2). El objetivo de esta medida es controlar que los profesionales que puedan estar infectados, sean rápidamente identificados para romper la cadena de transmisión en el hospital. 

El hospital está organizando el teletrabajo desde casa para aquellos profesionales de administración y servicios que puedan realizar su tarea desde un ordenador. Así mismo, y siguiendo indicaciones de Consejería de Salud y Familias, las profesionales embarazadas o en periodo de lactancia materna se dirigirán a la unidad de Vigilancia de la Salud (Medicina del trabajo) para adoptar las medidas necesarias para su adecuada protección de la salud. 

Además de la formación específica para profesionales sanitarios y no sanitarios, el hospital ha puesto en marcha un servicio de formación para familiares y cuidadores de pacientes que hayan ingresado con COVID-19, con el objetivo de que tengan información precisa de cómo protegerse durante el ingreso de su familiar estando a su cuidado y cuando reciban el alta a su domicilio.

Otra de las medidas ha sido la delimitación de las rutas que deben seguir los pacientes, el refuerzo de la información en todos los edificios que componen el complejo hospitalario (pantallas, cartelería y señalética), se han colocado barreras físicas que garanticen la separación entre profesionales y pacientes y se mantiene una revisión continua de stock de materiales. 

Finalmente, aunque todas las medidas descritas se han tomado ya o está en fase de implantación en estos momentos, el plan contempla otras fases más avanzadas en función del incremento de casos. Para cada una de ellas se han definido las medidas a poner en marcha para garantizar la asistencia.