El Hospital Reina Sofía ha atendido a 157 pacientes en esta situación en los últimos seis meses

El Hospital Reina Sofía mejora la atención de pacientes con síndrome coronario agudo

El modelo de atención ‘Código Infarto’ ha permitido ofrecer una atención integral clave en la mejora de la calidad de vida de las personas que sufren un infarto

PHOTO-2019-01-04-11-31-57

El Hospital Universitario Reina Sofía mejora la atención de pacientes con síndrome coronario agudo gracias al incremento de activaciones del Código Infarto. Este modelo de atención permite ofrecer una mejora en la calidad de la atención de personas con infarto agudo de miocardio.

Concretamente, en los últimos seis meses, el Hospital Reina Sofía ha atendido a 157 pacientes en esta situación, lo que supone un incremento de mas del 100% frente a los que fueron asistidos durante el mismo periodo del año anterior. Es de destacar que un tercio de estos pacientes fueron atendidos durante periodos vacacionales lo que supone un mayor esfuerzo por parte de estos profesionales que están alerta las 24 horas del día, los 365 días del año.

Esta mejora sustancial radica en la mayor disponibilidad y coordinación de los servicios implicados en la atención a pacientes que sufren un infarto agudo de miocardio. El Código Infarto se pone en marcha cuando un médico detecta que se está produciendo un infarto de corazón, alertando al Centro de Coordinación del 061 para que active dicho Código en el hospital de referencia, en este caso, el Hospital Reina Sofía. El tratamiento ideal es la angioplastia primaria, que se realiza en las unidades de Hemodinámica dependientes del servicio de Cardiología. 

Gracias a la mejora en la atención, en el Hospital Reina Sofía se han aumentado en mas de un 100% el numero de las angioplastias primarias (cateterismo cardiaco de urgencia) mejorando la supervivencia tras un infarto agudo de miocardio en la provincia. Según la evidencia clínica, la angioplastia primaria o cateterismo coronario es considerada como la mejor terapia para reducir el daño que un infarto puede provocar en el corazón. 

Según ha explicado el responsable de esta unidad, Manuel Pan, “el procedimiento consiste en introducir un catéter en la arteria coronaria para abrirla. Cuando esta técnica no puede realizarse en un periodo de tiempo concreto, se realiza la fibrinolisis, que consiste en administrar un fármaco intravenoso para disolver el coágulo. Ambos tratamientos nos permiten ofrecer al paciente más opciones y mayor calidad de vida, ya que actuamos rápidamente, reduciendo la mortalidad y las secuelas”.

La efectividad de este tratamiento depende del tiempo transcurrido desde que el enfermo sufre los síntomas, de modo que se estima que los mejores beneficios se logran en las primeras tres horas tras un infarto. No obstante, en las 12 horas siguientes tras este evento los especialistas consideran aconsejable la angioplastia primaria. Posteriormente a la intervención el paciente pasa a la unidad de cuidados intensivos para vigilancia de constantes y posible tratamiento de arritmias.

Trabajo en equipo

La clave del Código Infarto según ha destacado el director de la Unidad de Gestión Clínica de Cardiología, Manuel Pan, es "la coordinación de todos los servicios que intervienen: unidades de cuidados intensivos, hospitales de la provincia, servicios de Urgencias, EPES-061, servicios de urgencias de Atención Primaria (SUAP), quienes permiten aumentar la supervivencia de pacientes hasta su llegada al hospital, reduciendo la aparición de secuelas cardiológicas.

También hay que destacar el esfuerzo realizado por la unidad de cuidados intensivos del hospital cordobés, dirigida por Carmen de la Fuente, en conseguir una disponibilidad permanente para este incremento de pacientes procedentes de toda la provincia”.

Otras acciones que están contribuyendo a este aumento en los resultados de salud son la Reanimación Cardiopulmonar (RCP) extrahospitalaria, la extensión de los desfibriladores semiautomáticos y la RCP telefónica, así como la formación de la población para una primera intervención ante una parada cardíaca.