Trabajo realizado por el Laboratorio del Paisaje Cultural del Instituto Andaluz del Patrimonio Histórico

Iznájar y Zuheros, incluidos en el registro de paisajes de interés cultural de Andalucía

Este documento de carácter divulgativo presenta de forma sintética la identificación y caracterización de los 116 paisajes estudiados hasta la fecha en todo el territorio andaluz

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Los paisajes de Iznájar y Zuheros han sido incluidos por la Consejería de Cultura y Patrimonio Histórico de la Junta en su Registro de paisajes de interés cultural de Andalucía.

Este documento de carácter divulgativo es un instrumento de conocimiento de una selección representativa de paisajes andaluces en razón de la autenticidad de sus significado, la integridad de sus valores y su reconocimiento institucional y social. 

El registro presenta de forma sintética la identificación y caracterización de los 116 paisajes estudiados hasta la fecha en todo el territorio andaluz, pertenecientes dos de ellos a la comarca de la Subbética cordobesa, más concretamente a los municipios de Iznájar y Zuheros. 

"Las estructuras levantadas en Zuheros en el siglo IX durante la dominación islámica -al-Sujayrat- pueden considerarse el origen de la actual población, un enclave que contó con una alquería y castillo pertenecientes a la cora de Elvira. De este modo se describe en este documento el origen de esta bonita localidad de la Subbética. 

También se hace referencia a los vestigios del pasado que se conservan en la comarca: "existen testimonios neolíticos de ocupación humana según puede interpretarse de los estudios realizados en yacimientos como los de la cueva de Los Murciélagos, próximo a Zuheros, o los de las cuevas de Los Mármoles, Cholones y Huerta Anguita, más cercanos a la vecina población de Priego de Córdoba”.

En relación a Iznájar, en este Registro de paisajes de interés cultural se explica que "la construcción del pantano entre los años 1958 y 1968 transformó considerablemente la imagen paisajística del lugar. Proyectado para la defensa de las avenidas del Genil, el abastecimiento de numerosos núcleos de población, la puesta en riego de campos y la producción de electricidad, este embalse aseguró de inundaciones a otras poblaciones situadas río abajo, aunque su construcción desencadenó un fuerte desarraigo entre los pobladores de las aldeas y cortijadas que quedaron en el espacio inundable".  

Los trabajos han sido realizados en el Laboratorio del Paisaje Cultural del Instituto Andaluz del Patrimonio Histórico, en colaboración con especialistas en distintas materias de ámbito profesional y universitario que han cubierto un amplio espectro disciplinar.