Es costumbre preparar este plato para la festividad de Todos los Santos

Sabor a Subbética: Las gachas caseras

Este postre llegó a la cocina española a través de la gastronomía de Al-Ándalus, cuando la península ibérica estuvo bajo el poder musulmán

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photo_camera Gachas / Foto: Andalucía Videorecetas

La Subbética cordobesa es patrimonio, historia, cultura, naturaleza y también gastronomía. Los municipios que conforman nuestra comarca tienen en su recetario algunas comidas, bebidas y postres típicos característicos de la zona que a día de hoy se siguen elaborando de manera tradicional.

Hoy vamos con uno de esos postres muy arraigado en la provincia de Córdoba en general, y en nuestra comarca en particular: las gachas. El origen de este plato viene de siglos atrás. Las típicas gachas cordobesas llegaron a la cocina española a través de la gastronomía de Al-Ándalus, en la Edad Media, cuando la península ibérica estuvo bajo el poder musulmán.

Incluso el autor Ibn Razin al-Tuyibi incluyó una mención especial sobre las gachas en su libro de recetas, lo que pone de manifiesto la larga tradición de este plato en la provincia cordobesa y cómo no, en la Subbética.

Aunque es costumbre prepararlas para la festividad de Todos los Santos, son muchas familias las que no se resisten a elaborar este postre en cualquier época del año.

Ingredientes

  • Aceite de oliva virgen extra
  • Cáscara de limón
  • Matalahúva
  • Agua
  • Canela molida
  • Harina
  • Sal
  • Azúcar
  • Pan frito y canela en rama para decorar

Elaboración

Para elaborar las gachas primero se pone un poco de aceite en una sartén con una cáscara de limón para freírla. Una vez frita, se retira y se añade al mismo aceite unas semillas de matalahúva.

Cuando la matalahúva esté frita, se cuela el aceite y este se añade a una mezcla de agua, canela, azúcar y sal que se tendrá preparada previamente. Otra parte de azúcar se mezclará con harina y se diluye todo con agua templada.

Por último, se deja hervir el agua, se agrega la mezcla del aceite, agua, canela, azúcar y sal y se remueve hasta que vuelva a hervir. El toque final se pone al distribuir las gachas en los recipientes, adornándolas con trozos de pan frito por encima, un toque de canela molida y canela en rama.