Las escasas precipitaciones que han caído en los últimos meses en la Subbética cordobesa hace que el pantano de Iznájar afronte el inicio de la primavera en una situación que muchos ya consideran como preocupante. Y es que el embalse más grande de Andalucía se encuentre actualmente a un 19,13% de su capacidad total con sólo 176 hectómetros cúbicos embalsados.
La situación no es nada buena si se compara con otros años, a estas alturas del mes de marzo. Y es que, por ejemplo, el año pasado se encontraba por estas fechas al 27,83% de su capacidad con 256 hectómetros cúbicos. Es decir, hace justo un año contenía 80 hectómetros cúbicos más de los que tiene actualmente.
Bajar de esa barrera del 20% de capacidad suele ser más habitual en los meses de verano y el principio del otoño, en periodos especialmente calurosos en los que no ha llovido durante un largo periodo de tiempo. En este 2023, el pantano de Iznájar se encuentra al 19,13% en un periodo donde teóricamente es cuando más agua debería contener por las lluvias del invierno.
Si nos vamos más atrás en el tiempo, la comparativa no mejora. Y es que la media de los diez últimos años en el pantano iznajeño eleva esta cantidad de agua embalsada hasta los 582 hectómetros cúbicos, afrontando esta recta final del invierno al 63,28% de su capacidad. Esto quiere decir que este año 2023, el pantano más grande de Andalucía contiene un 44,15% menos de agua de la que ha contenido de media, a estas alturas del mes marzo, durante la última década.
